El equipo de Jonatan Giráldez puso la guinda a la temporada con la Champions y sumó el cuarto título del curso
El sábado 25 de mayo de 2024 pasará a la historia del FC Barcelona. El equipo de Jonatan Giráldez culminó una temporada de ensueño, perfecta: cuatro títulos de cuatro posibles, 43 victorias en 46 partidos —todavía restan dos—, 203 goles convertidos y solo18 encajados y, lo más relevante, practicando y ejecutando un fútbol exquisito, asociativo y generoso. Así forjan la leyenda los grandes equipos: con unión, compromiso, fieles a su ideología y a sus divisas. Lo que ha conseguido el FC Barcelona 2023-24 será, salvo la aparición de otro portentoso conjunto, misión imposible de igualar.
¡Locura total! El Barça gana su tercera Champions
El 1X1 del Barça ante el Olympique de Lyon
El Barça vivió ayer un cúmulo de sensaciones. Ganó la tercera Champions League (segunda consecutiva) tras las conquistadas en Göteborg 2021 y Eindhoven 2023 y pasó factura al Olympique de Lyon, su ‘verdugo’ en las citas de Budapest 2019 y Turín 2022. Tres títulos de la competición reina en cinco finales, unos guarismos que hablan de ciclo y dominio en el Viejo Continente.
El Barça también sumó el cuarto título de la temporada después de atesorar la Supercopa de España (20 de enero), la Liga F (4 de mayo) y la Copa de la Reina (18 de mayo). La Champions fue la guinda del pastel. Lo pregonado por el equipo desde el inicio de la temporada (“pelearemos por los cuatro títulos”) ha acabado convirtiéndose en realidad gracias al trabajo y a la humildad.
Así forjan la leyenda los grandes equipos: con compromiso, unión y fieles a su ideología y a sus divisas
La final, por otra parte, también pasará a la historia por la épica. Como todos los triunfos que cuestan, hubo sufrimiento —el Olympique de Lyon inquietó y amenazó con el empate hasta el final— y hubo sangre, la de Ona Batlle, cuando sufrió un golpe en el rostro en el minuto 78 de partido... Y, lógicamente, tras la angustia y la resistencia, llegó el éxtasis, la euforia, la liberación... Lo buscó el Barça y lo mereció. Por deseo y por convicción. Y por alargar esa sensación de bienestar a la que este equipo se ha acostumbrado a disfrutar y a regalar a la afición, que, en un número de unas 40.000 almas, se dejó la garganta en las gradas de San Mamés.