La compañía de robots humanoides de Pekín ha creado el primer robot humanoide eléctrico del mundo. Tiene 1,63 metros de altura, pesa 43 kilos y puede correr a 6 kilómetros por hora.
Equipado con sensores visuales y de fuerza, este robot aprende movimientos a través de un método de imitación y tiene una capacidad de procesamiento rápida. Es compatible con código abierto, lo que lo hace adaptable a diferentes usos.
Su diseño estable y capacidad de adaptación lo hacen destacar para aplicaciones diversas, desde tareas domésticas hasta rescates y trabajos industriales.